Después de la formación, el perfeccionamiento profesional para jefe de fábrica y tras muchos años de experiencia, pasé a formar parte en 2007 de thyssenkrupp rothe erde, por aquel entonces todavía: Rothe Erde. Tras un breve periodo de familiarización con el trabajo, fui nombrado capataz de una nueva línea de laminación muy moderna. Mi tarea es organizar el plan diario de la producción, decidir quién trabaja en qué puesto y comprobar la calidad de los productos.
La gran variedad de productos y los requisitos de calidad cada vez mayores de nuestros clientes hace que mi trabajo nunca sea aburrido.
Después de tomar el relevo del capataz del turno anterior, habieédome informado de todos los detalles y peculiaridades de la producción en curso, voy al taller y distribuyo a los empleados en sus tareas diarias y la información requerida. Superviso la producción, la calidad de los productos y en mi despacho escribo en el ordenador la información sobre la producción.
... transmitir mis conocimientos a los empleados, el intercambio de conocimientos entre empleados con experiencia y empleados jóvenes. Según el principio: con el otro y no contra el otro. De este modo es posible que la producción permanezca a un alto nivel de forma duradera.
Después de 30 años de vida laboral me gustaría seguir aprendiendo. Estoy muy contento con mi trabajo. Mi lema es: Detenerse es retroceder. El futuro necesita movimiento.