Comencé mi trayectoria en thyssenkrupp rothe erde nada más finalizar mis estudios de secundaria. De pequeño quería ser técnico en mecatrónica de automóviles y durante la época escolar realicé unas prácticas de tres semanas en un taller de automóviles. Pero fue en un trabajo durante las vacaciones donde operé por primera vez una máquina de gran tamaño y enseguida me entusiasmé. En mi tiempo libre me gusta hacer arreglos en coches o motos pequeñas. Tenía claro que no quería aprender un trabajo de oficina, sino un oficio. En mi formación como mecánico especializado en mecanizado por arranque de virutas lo que más me gusta es la programación de las máquinas CNC. Además puedo probar distintos pasos de mecanizado.
Al programar las máquinas tengo que pensar mucho en el proceso de fabricación y en las primeras piezas volver a medir y corregir varias veces. Lo más importante es la precisión de las piezas fabricadas, ya que las mínimas divergencias pueden ser decisivas. Los aprendices asumimos mucha responsabilidad y participamos en la fabricación del producto final, p.ej. fabricando los rodillos cónicos. Un reto especialmente difícil es la construcción según modelo de piezas individuales de la producción, ya que no se dispone de ningún plano de las piezas y tengo que volver a medir los valores Cuando un proceso ha transcurrido sin problemas, las dimensiones son adecuadas y la superficie tiene la estructura deseada, me siento verdaderamente satisfecho. A los estudiantes se les ofrece participar en un grupo de trabajo centrado en el tema de la energía eólica. Los participantes construyen un aerogenerador de metal y los aprendices podemos ayudarles en las tareas convencionales de torneado y taladrado. Me encanta trabajar en grupo y me permite variar de mi rutina de trabajo en las grandes máquinas.
Mi jornada laboral comienza conectando la máquina. En primer lugar termino pedidos pendientes del día anterior y, a continuación, nuestros formadores me asignan una nueva tarea. Si entran pedidos urgentes para la propia producción, los aprendices tienen que tener flexibilidad y trabajar en equipo. Tras finalizar un pedido, cambio algunas piezas de la máquina como las brocas y las placas de corte. A continuación tengo que volver a medir las herramientas y adaptar el avance al nuevo material. La aplicación en distintos departamentos demuestra la diversidad de mi actividad. En cuanto a aseguramiento de calidad he conocido distintos métodos de comprobación y he controlado en el laboratorio la composición del metal. Me impresionan muchísimo las elevadas cargas que puede soportar el material.
… ¡ayudarnos los unos a los otros! En el taller de formación uno siempre recibe la ayuda y el apoyo necesarios. El ambiente entre los aprendices es muy agradable y me siento bien integrado en el grupo. Muchos de ellos son también mis amigos. Los más avanzados en la formación están encantados de compartir con nosotros sus experiencias y nos aconsejan. Además, existe una comunicación abierta con los formadores. Valoran mucho que adquiramos una amplia formación y podemos hablar con ellos en cualquier situación. Todos los aprendices nos preparamos juntos para los exámenes y nos ayudamos los unos a los otros. Es de destacar la gran implicación de los formadores, que todas las semanas analizan con nosotros ejercicios de exámenes anteriores y nos resuelven cualquier duda. Me siento bien preparado para mis próximos exámenes.
Para mí es importante sentar con mi formación los pilares para mi futuro profesional. En thyssenkrupp rothe erde he podido hacerme una amplia idea de que lo que significa la producción en un consorcio industrial y mientras tanto me he sentido como un integrante fijo del equipo. ¡Estoy totalmente satisfecho!